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Los Tigres de la UANL no pudieron cerrar el torneo de Clausura 2010 con un buen resultado al caer 2-1 ante el Pachuca, en un arbitraje polémico.
El silbante Jaime Herrera le marcó dos tiros penales al Pachuca, el segundo inventado por él mismo, y expulsó a Lucas Lobos en una jugada que no era para roja, complicándole la noche a nuestro equipo.
Edgar Benítez, en la primera parte, a los 7 minutos, se encargó de hacer bueno un penal de Israel Jiménez, para el 1-0. Antes, Francisco Fonseca había fallado frente a Miguel Calero.
Tigres hizo un buen partido, pero tuvo enfrente a un equipo bien parado en zona defensiva, por lo que batalló para pisar el área enemiga.
Aún así Itamar Batista tuvo la opción en el área, a los 34 minutos, cuando conectó de chilena, pero el esférico se fue por encima del larguero. Luego, a los 41’, nuevamente Fonseca en el área recibió frente al arco, y al sacar su disparo Calero le tapó.
Para la parte complementaria Tigres salió mejor, con mayor posesión e intensidad en el ataque, y a los 49’ Itamar tuvo el empate, cuando bombeó un balón sobre Calero, pero Mustafá, en la raya, evitó la anotación.
Más tarde, a los 53’, Lucas Lobos cobró una falta en los linderos del área, enviando su disparo al ángulo superior derecho, pero nuevamente Calero se elevó para desviar a tiro de esquina.
Parecía que Tigres podía reaccionar, pero a los 60’ Itamar sufrió esguince en el tobillo derecho, siendo sustituido por Francisco Acuña, en busca de refrescar más el ataque.
El técnico Daniel Guzmán le apostó a más, al meter a Alan Pulido para sacar a Israel Jiménez, dos campeones Sub 20, metiendo mayor insistencia en el ataque.
Pero el árbitro se inventó una tarjeta roja sobre Lobos, a los 72’, en una jugada que a lo mucho era amarilla, dejando a Tigres con 10 hombres y en desventaja en el marcador.
La noche se vino encima a nuestro equipo cinco minutos más tarde, cuando nuevamente el árbitro Herrera se inventó un penal de Tahuilán. Edgar Benítez lo hizo bueno para el 2-0.
Ya con nada que perder y sí todo que ganar, Tigres presionó al rival, fue mejor equipo en los últimos minutos y pudo acercarse en el marcador a los 84 minutos, con gol de Jesús Molina, el sexto en su cuenta personal, y todos de cabeza.
Parecía que Tigres tenía tiempo para más, presionó al rival sin importar que tenía un hombre menos y fue más equipo, tanto, que a los 91 minutos Cirilo Saucedo se fue al ataque en jugada de tiro de esquina y tocó la puerta, pero su remate de cabeza fue directo a las manos de Calero.
Al final Tigres se quedó en 19 puntos y con cierre de torneo en el que rescató 10 de 15 unidades, al sumar tres triunfos, un empate y este descalabro.