Osvaldo Batocletti
Osvaldo Batocletti es considerado el mejor defensa central de los Tigres en todos los tiempos. Integrante de aquel plantel de "monstruos sagrados" que conquistó dos campeonatos de Liga, el zaguero argentino fue capitán eterno por sus incuestionables dotes de liderazgo.
Osvaldo Daniel Batocletti Ronco nació el 27 de enero de 1950 en Buenos Aires, Argentina. En su mejor época como jugador medía 1.80 metros y pesaba 81 kilogramos.
Su debut en el futbol fue con el Rácing de Avellaneda, en su país, la temporada 1971-72. Jugó con Rácing Club y Unión Santa Fe, de su patria, de donde vino para el León de México en 1976-77.
La temporada 1977-78, él y el uruguayo Walter Daniel Mantegazza estaban en la mira del Monterrey, pero Miguel Gómez Collado, que pasó del club blanquiazul a los Bengaleses, los arregló para vestir la Piel del Tigre.
Por su temperamento, así como por su gran calidad para nulificar a sus adversarios, este argentino que arribó como refuerzo, de inmediato se convirtio en el lider del equipo y consiguió pasar a la historia como uno de los pocos jugadores que conquistaron los dos únicos Titulos de Liga que posee Tigres.
Batocletti fue campeón en las Temporadas 1977-1978 y 1981-82, formando parte de la "Epoca de Oro" del equipo felino, durante la cual tambien fueron sublíderes generales en 78-79 y subcampeones en 79-80.
El Gran Bato tenía fortaleza sin igual en la defensiva pero además se daba tiempo para agregarse al ataque.
Con los Tigres metió 12 dianas, incluidas dos en el Clásico contra el Monterrey y tres en Liguillas por el título.
Su primer gol con los Tigres lo anotó la jornada 34 del Torneo 77-78 en la goliza de 5-1 sobre Veracruz, con otros tantos de Tomás Boy, Roberto Gómez Junco, Juan Ramón Ocampo y Sergio Orduña en C.U.
Sus goles en el Clásico fueron en el Guadalupano, cuando los Felinos ganaron 3-2 a los Rayados con otros dardos de Orduña y Juan Manuel Azuara.
Asimismo, anotó en el Clásico 19 cuando los Tigres golearon 3-0 con otras anotaciones de Geraldo Goncalves y penal de Salvador Carrillo.
La temporada 80-81, la última jornada Batocletti metió el gol que dio a los Tigres su único triunfo 1-0 como visitantes sobre Toluca.
Su último gol como felino fue la jornada 24 del 83-84 que significó el empate 1-1 contra Necaxa en México.
Fue a la siguiente campaña, 84-85, cuando Batocletti optó por el retiro porque la directiva decidió mexicanizar a los Tigres. Y, antes que jugar con otro equipo, el legendario central prefirió la despedida.
A su retiro como jugador activo, el capitán felino fue homenajeado por la directiva universitaria el 17 de noviembre de 1984 en el Estadio Universitario, cuando se celebró el Clásico 26 contra Monterrey y que terminó igualado a dos tantos.
El vicepresidente del club, Carlos H. Suárez, le entregó al Gran Bato una charola de plata como reconocimiento pleno a su lustrosa trayectoria vistiendo la camiseta de los Tigres a través de siete años, o sea la etapa más relevante de su historia.
"No puedo expresar más que agradecimiento", dijo Batocletti en aquella merecida ceremonia. "Al margen de este trofeo que me acaban de entregar, mi mayor agradecimiento y el mayor premio es el aplauso de esta gente".
Y sí. Para Osvaldo Batocletti siempre fue el aplauso general de la multitud felina. Esa que ya lo guarda en su memoria para siempre como un símbolo inmarcesible de los gloriosos Tigres.
Tigre de toda la vida, la imagen de Osvaldo Batocletti queda imborrable en la memoria con su inseparable vincha rodeando su cabeza.
Y queda también el recuerdo de su poderío en la zaga, de su visión del juego, de sus oportunas coberturas y de su jerarquía excepcional que lo llevaron a convertirse en el mejor defensa central de los Tigres en todos los tiempos.
Su debut en el futbol fue con el Rácing de Avellaneda, en su país, la temporada 1971-72. Jugó con Rácing Club y Unión Santa Fe, de su patria, de donde vino para el León de México en 1976-77.
La temporada 1977-78, él y el uruguayo Walter Daniel Mantegazza estaban en la mira del Monterrey, pero Miguel Gómez Collado, que pasó del club blanquiazul a los Bengaleses, los arregló para vestir la Piel del Tigre.
Por su temperamento, así como por su gran calidad para nulificar a sus adversarios, este argentino que arribó como refuerzo, de inmediato se convirtio en el lider del equipo y consiguió pasar a la historia como uno de los pocos jugadores que conquistaron los dos únicos Titulos de Liga que posee Tigres.
Batocletti fue campeón en las Temporadas 1977-1978 y 1981-82, formando parte de la "Epoca de Oro" del equipo felino, durante la cual tambien fueron sublíderes generales en 78-79 y subcampeones en 79-80.
El Gran Bato tenía fortaleza sin igual en la defensiva pero además se daba tiempo para agregarse al ataque.
Con los Tigres metió 12 dianas, incluidas dos en el Clásico contra el Monterrey y tres en Liguillas por el título.
Su primer gol con los Tigres lo anotó la jornada 34 del Torneo 77-78 en la goliza de 5-1 sobre Veracruz, con otros tantos de Tomás Boy, Roberto Gómez Junco, Juan Ramón Ocampo y Sergio Orduña en C.U.
Sus goles en el Clásico fueron en el Guadalupano, cuando los Felinos ganaron 3-2 a los Rayados con otros dardos de Orduña y Juan Manuel Azuara.
Asimismo, anotó en el Clásico 19 cuando los Tigres golearon 3-0 con otras anotaciones de Geraldo Goncalves y penal de Salvador Carrillo.
La temporada 80-81, la última jornada Batocletti metió el gol que dio a los Tigres su único triunfo 1-0 como visitantes sobre Toluca.
Su último gol como felino fue la jornada 24 del 83-84 que significó el empate 1-1 contra Necaxa en México.
Fue a la siguiente campaña, 84-85, cuando Batocletti optó por el retiro porque la directiva decidió mexicanizar a los Tigres. Y, antes que jugar con otro equipo, el legendario central prefirió la despedida.
A su retiro como jugador activo, el capitán felino fue homenajeado por la directiva universitaria el 17 de noviembre de 1984 en el Estadio Universitario, cuando se celebró el Clásico 26 contra Monterrey y que terminó igualado a dos tantos.
El vicepresidente del club, Carlos H. Suárez, le entregó al Gran Bato una charola de plata como reconocimiento pleno a su lustrosa trayectoria vistiendo la camiseta de los Tigres a través de siete años, o sea la etapa más relevante de su historia.
"No puedo expresar más que agradecimiento", dijo Batocletti en aquella merecida ceremonia. "Al margen de este trofeo que me acaban de entregar, mi mayor agradecimiento y el mayor premio es el aplauso de esta gente".
Y sí. Para Osvaldo Batocletti siempre fue el aplauso general de la multitud felina. Esa que ya lo guarda en su memoria para siempre como un símbolo inmarcesible de los gloriosos Tigres.
Tigre de toda la vida, la imagen de Osvaldo Batocletti queda imborrable en la memoria con su inseparable vincha rodeando su cabeza.
Y queda también el recuerdo de su poderío en la zaga, de su visión del juego, de sus oportunas coberturas y de su jerarquía excepcional que lo llevaron a convertirse en el mejor defensa central de los Tigres en todos los tiempos.
Racing de Avellaneda | Atletico Lanús | Unión de Santa Fé |
Temporada 1968-1969 - Temporada 1971-1972 |
Temporada 1972-1973 | Temporada 1973-1974 |
León |
Tigres UANL | |
Temporada 1974-1975 - Temporada 1976-1977 |
Temporada 1977-1978 - Temporada 1983-1984 |